Los vecinos de El Sobradillo, en Tenerife, han hecho una demanda a las autoridades para que retiren las tres antenas de telefonía móvil que estas situadas en un radio de 100 metros.

En Málaga, el PP pide en el Parlamento de Andalucía una proposición no de ley, para que se realice un estudio epidemiológico integral en el barrio de Los Pérez. Este barrio, está situado en la población de Benajarafe y se han registrado en los últimos 15 años 50 casos de cáncer.

En Álava, las familias con niños en edad escolar están realmente preocupadas por los efectos que podrían tener sobre sus hijos la instalación del sistema Wifi en los centros de primaria.

Un grupo de vecinos de Benicalap, en Valencia, se manifiestan para que reclamar que el barrio sea declarado “zona saturada de antenas de telefonía móvil” de esta forma lo que quieren conseguir es que no puedan instalarse más antenas de telefonía móvil. En este barrio se contabilizan un total de 25 antenas de telefonía.

La federación de asociaciones vecinales Solidaridad vuelve a manifestarse contra la instalación de nuevas antenas de telefonía en la ciudad. El pasado lunes, la agrupación entregó en el registro municipal unas alegaciones contra la aprobación inicial de la modificación del plan de implantación de la red urbana de telefonía.

Los vecinos de Monóvar se movilizan en contra de una antena de telefonía móvil camuflada en forma de chimenea.

Los estudios sobre los efectos de las ondas de telefonía móvil en la población ha llevado a que los pediatras no recomienden el uso de estos aparatos, al menos hasta los 18 años, según indicó ayer el responsable de la Unidad de Salud Medioambiental Pediátrica del hospital de la Arrixaca, Juan Antonio Ortega, durante su participación en el XXIV Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, «y siempre con dispositivos que eviten el contacto con el oído, como los auriculares o los sistemas de manos libres».

El señor Altenweger no podía creer lo que veía: las cabezas de ganado, orgullo de su granja en Schnaitsee, Baviera (Alemania), eran ahora “vacas flacas” con los ojos inflamados y un picor que les obligaba a frotarse contra cualquier objeto. Las molestias desaparecían cuando las llevaban a otra granja a 25 kilómetros, pero recaían al…