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Los vecinos del barrio de Arganzuela, en Madrid, se someterán a análisis de sangre antes y después de la instalación de antenas de telefonía cerca de sus viviendas para comprobar los posibles efectos biológicos en personas expuestas a este tipo de radiación.

Según ha informado la Asociación de Vecinos Nudo Sur, el objetivo de esta iniciativa es «poder emprender acciones judiciales por daños en la salud».

Los vecinos, así como las familias de los colegios Plácido Domingo y Tirso de Molina, llevan desde agosto de 2010 pidiendo a las autoridades responsables que tengan en cuenta la «especial vulnerabilidad de los niños a las ondas electromagnéticas y la necesidad de alejar las antenas de los centros escolares». Para ello han entregado más de 2.000 firmas y 500 alegaciones en contra de las antenas y se han reunido, entre otros, con el Defensor del Menor.

Aseguran en un comunicado que ni el Ayuntamiento ni el Ministerio de Industria les han garantizado que se vaya a denegar su instalación en el edificio de viviendas de alquiler protegido que una inmobiliaria posee en la calle Ónice 3-5.

Los vecinos celebrarán una fiesta reivindicativa en la zona verde que hay frente el edificio, a la que han invitado a representantes del colegio madrileño Portugal, cuyos padres de alumnos también se oponen a la instalación de una antena en las proximidades.