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Las antenas de telefonía móvil generan incertidumbre entre los vecinos por las posibles consecuencias de la contaminación electromagnética. Por esta razón, el Ayuntamiento de l’Alcúdia, en Valencia, ha aprobado por unanimidad la elaboración de una ordenanza sobre estas antenas, que contemple la distancia mínima a la que se pueden situar de las zonas residenciales.
Este documento estará listo en seis meses y contemplará, entre otras cuestiones, que se respete la distancia de cien metros respecto a zonas habitadas como ya está previsto en el Plan General de Ordenación Urbana de l’Alcúdia (PGOU). Además, también se realizará un estudio radioeléctrico de las zonas próximas a estas antenas para conocer el impacto exacto del electromagnetismo.
En el PGOU aprobado en 2002 ya contempla que las antenas se tendrán que instalar en suelo de uso terciario o industrial y a una distancia mínima de dotaciones públicas o zonas residenciales. Pero pese a este artículo, l’Alcúdia cuenta con tres de estas estaciones de telecomunicaciones en el interior del casco urbano colocadas con anterioridad a 2002.
La ordenanza, por lo que respecta a estas antenas ya instaladas, tratará de conseguir que sean trasladadas fuera de la localidad. En concreto, las tres antenas actuales se sitúan en las calles Sant Jaume, Dos de Maig y Calvo Acacio, en un triángulo del que tan sólo distan 200 metros entre ellas. Además, una de las infraestructuras se encuentra a unos 50 metros del colegio Batallar, lugar considerado de población sensible, por lo que la retirada de esta antena sería la mayor prioridad.
«La proliferación caótica de estaciones base de telefonía móvil ha supuesto el crecimiento de la percepción social del riesgo asociado a estas infraestructuras», ha explicado el concejal de Compromís per l’Alcúdia, Paco Sanz.