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El Gobierno británico había prometido que todos los hogares tendrían un medidor inteligente en 2019 en un programa de 12 mil millones de libras para detener las facturas de gas y electricidad que se estiman.

Los funcionarios están ideando planes para permitir a la gente a rechazar los contadores inteligentes, que se comunican a distancia desde los hogares a las empresas de energía.

La medida es una victoria para algunos diputados, que plantearon preocupaciones con los ministros, ya que los dispositivos emiten radiación electromagnética 24 horas del día y no se puede desactivar.

De igual manera se plantea otra preocupación, y es que los datos se emiten cada media y estos podrían dar pistas sobre la forma de vida, de las personas, como cuando alguien está de vacaciones, en el trabajo o durmiendo.

Sobre este tema ha habido una protesta pública recientemente sobre los posibles efectos en la salud de los contadores inteligentes en los EE.UU. y Canadá. Cerca de 400.000 contadores inteligentes se han instalado en los hogares británicos. La mayoría de los dispositivos emiten una radiación similar a los teléfonos móviles, microondas y conexión inalámbrica a Internet. Los activistas están preocupados por la acumulación de este tipo de dispositivos en el hogar.

Algunas personas dicen ser sensibles a los campos electromagnéticos, diciendo que les da síntomas como náuseas, fatiga y dolores de cabeza.

En Estados Unidos, las empresas de servicios públicos se han visto afectadas con varios millones de demandas colectivas de personas que han tenido los dispositivos instalados en sus hogares. Los expertos dicen los contadores inteligentes son seguros, pero los manifestantes apuntan a la Academia Americana de Medicina Ambiental de la oposición a los dispositivos.

Bill Esterson, diputado por Sefton central, está instando al Gobierno a decir si los medidores inteligentes vienen con advertencias sanitarias.

Charles Hendry, el ministro de Energía, dijo: “Creemos que las personas se beneficiarán de tener contadores inteligentes. Pero no vamos a hacerlos obligatorios”.